Capítulo 1


Estoy muy emocionada de poder darle la palabra al Dr. Jaques Korban, a quien quiero agradecer profundamente por estimular a toda la comunidad científica de 33 países, desde hace unos 30 años, cuando platicábamos de cómo coordinar los esfuerzos y lo hacíamos con escepticismo acerca de las soluciones que podrían darse a los problemas de la humanidad.
─ Aún recuerdo esa tarde ─ Y cuando dijo eso, su cabeza se elevó ligeramente, y sus ojos se fueron de viaje por sus memorias, se quedó como mirando al horizonte, como buscando entre el universo mental y la maraña de galaxias que ahí vivían, aquel momento, aquel vívido recuerdo. Luego de súbito como un rápido destello, su mente regresó a la sala, se hizo consciente de la audiencia y continúo diciendo:
─ Cuando Jaques me trajo este fascinante documento ─ y ondeó un encuadernado, levantándolo para que lo pudieran ver todos los asistentes ─ fue el inicio de este proyecto, al que se sumaron cada día, más y más personas.
─ Hoy me siento muy honrada de decir que tenemos la irresistible oportunidad, de hacer algo significativo y emocionante. ─ Acto seguido extendió su brazo a la derecha para dar la bienvenida, y dijo ─ ¡Es un gran placer! darle este micrófono al doctor Jaques Korban, fundador del proyecto Alpha City.
─ Gracias. Jane. ─ Dijo Jaques, mientras se aclaraba la garganta.
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Jaques, comenzó su discurso, en un tono de voz fuerte y firme, que hizo que resonara el eco en el salón de conferencias:
 “Welcome to the Future”.  E hizo una pausa.
 Estar aquí hoy, en esta ceremonia de inauguración, con todos ustedes amigos, y muy distinguidos colegas, miembros del Comité Internacional de Ciencias del Centro de Investigación y Tecnología.
Y se escuchó un aplauso que fue tan estridente cual relámpago anunciando la tormenta, hizo retumbar aquellas blancas paredes, e hizo vibrar los más delgados cristales del salón de conferencias.
Los ojos de Jaques querían guardar esta imagen. Guardó ese momento bajo llave para no perderlo jamás.
 Estoy complacido, y profundamente conmovido, compartiendo por primera vez con un mundo realmente científico.
Y una ovación se escuchó, junto con unos aplausos y palmaditas en la espalda que se daban unos a otros, los asistentes.
 Este es un tempo novo.
Y con esas dos últimas palabras llegó a lo más profundo de las fibras sensibles de los emocionados asistentes, y se les hizo agua en los ojos, a todos los que presenciaron el histórico discurso, el cristalino se humedeció y se hizo más brillante.
Todos lo admiraron.
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 Hemos crecido por encima de las expectativas. Es tiempo de responder a algunas importantes preguntas ─ ¡Por fin!, pensaron, y creció la expectación. Con ansía esperaban lo que estaba a punto de decir, pero él continúo, lento, metódico. Observaba que cada uno de sus movimientos y entonación fueran precisos. Luego carraspeó y continúo su estratégico, bien diseñado y planificado discurso.
─ Acerca de lo que nos ofrecerá el futuro. El mundo ha sido así desde el principio. Poco sabemos sobre la manera en cómo ha sido organizado. ─ Hablaba con autoridad, dándose su tiempo, haciendo pausas y creando expectación. Como si los presentes tuvieran el tiempo para esperar lo que él les iba a decir, y en efecto, lo tenían, no había ya nada más importante. Y repitió ─ es tiempo ─ Y en el clímax de esta última afirmación, todos los presentes hicieron un sepulcral silencio, y abrieron los ojos con suma prestancia, había llegado ese momento clímax, después de tantos años de trabajo, todos recorrieron la película desde el justo momento de la creación.
─ En este momento, me da un enorme gusto, poder informarles,
 Que ─
─ No. Aún. No tenemos las respuestas…  Todos rieron.
─ Clásico de Jaques… río Corina.
Las risitas brotaron espontáneas, se escucharon cuchicheos, y para la gran mayoría fue un casi descanso y un alivio oír eso.
 Pero SI. Justo ahora, nosotros tenemos MÁS resultados que respuestas, y esa es “per se” una nueva gran visión.  y subrayaba con su entonación algunas palabras clave.
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 Lo único que quiero decirles hoy es que, estoy muy satisfecho, por todas las actividades realizadas. Y agradecido con TODOS los que han contribuido ─ y continuaba hablando…
─ Estamos seguros ahora, de que seremos capaces de encontrar juntos, coordinada y globalmente… ─ y siguió…
─ Hasta culminar… ─ y seguía describiendo y enfatizando cada punto del Informe de Diseño Técnico, que presentaba minuciosa y detalladamente todas las herramientas tecnológicas más avanzadas.
─ Para que, en conjunto con esta máquina maravillosa generadora de partículas de última generación, podamos complementar y avanzar más allá de la física, con la Ciudad Tecnológica Alfa, haciendo uso de los recientes avances y descubrimientos. ─ Y los presentes murmuraban algunos datos importantes, y compartían información que, entre ellos tenían de primera mano.
Jaques elevó el nivel de énfasis para recuperar la atención y prosiguió con el discurso, a Corina le recordaba el tono del icónico discurso “I have a dream”
─ Por primera vez, en la historia, el hombre está más enfocado en buscar la solución, y no en enfrascado en el problema. Por primera vez en la historia de la humanidad, hacemos a un lado el egoísmo atroz que no nos permite avanzar. ─ Corina se perdía algunas frases, por estar pendiente de los efectos de las luces, el sonido, y por estar palomeando la lista de los asistentes.
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─ Comprender, ─ enfatizó ─, como algo tan pequeño puede hacer toda la diferencia.
Se refería al átomo desde luego.
En ese momento, Corina Angelini se percató que seguían entrando algunos últimos invitados; entre ellos Samuel.
 Hoy es un gran día, ─ y un alborotado aplauso generalizado retumbó por toda la sala, haciendo eco en esta ágora moderna donde se trataban asuntos de sumo importantes, la gente de abajo asentía, aplaudiendo, eufórica, y sacaban cámaras y celulares para captar históricas fotos, el doctor esperó a que se hiciera un silencio y continúo hablando. El discurso fue breve, vehemente, e interrumpido por sonoras y escandalosas ovaciones incontenibles. Se escuchaban frases como “fantásticos años por venir”, “un gran diseño de vida humana”, “que, por supuesto, combinará todas las teorías”, “y finalmente podremos tener un gran sentimiento de satisfacción y descanso, por haber alcanzado el mayor nivel de desarrollo en los avances de la humanidad”, hoy es un gran día, ─ continúo, mientras Samuel se acercaba a Corina para darle un beso discreto en los labios a modo de saludo. Ella lo increpó por llegar tarde, y él le comentó sobre algunos asuntos que se le habían presentado de último momento, y se reía irreverente como siempre contando una anécdota de esas inverosímiles y chistosas, que siempre le pasaban en el camino, y que no eran verdad, pero que nadie podía saber.
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Samuel desviaba la atención de Corina de lo que a él le parecía un embustero discurso. Él no creía en la potestad de los humanos para ir más allá de un cierto límite, y además le disgustaba todo aquello que desviara la atención de Corina. Samuel era un niño que requería atención constante.
─ Sshhh ─ dijo Corina. Esforzándose por recuperar la parte de discurso perdido.
─ Por supuesto que vamos a continuar mirando hacia adelante, ─ Dijo Jaques, Corina hizo una señal de que era un momento clímax, y una mueca que por culpa suya se estaba perdiendo algunos datos importantes, Samuel aguantó la risa y permaneció a su lado lo más callado que pudo, luego el Dr. Jaques, se despidió, diciendo una frase bastante apropiada para ello.
 “Que tengan un feliz mañana”. ─ Así fue como se despidió. Ondeando su mano, y entró por una puerta a sus espaldas desapareciendo.
Cuando terminó el discurso, Samuel se alejó para saludar y atender, a algunos de sus importantes invitados, la mayoría de ellos benefactores del proyecto. Corina Angelini se quedó algo ofuscada, pensativa, dándole vuelta al discurso, apoyada por el sorbo de una copa de vino.
Se sintió aliviada, la conferencia había sido todo un éxito. Los asistentes en este momento comenzaban a formar grupos circulares, muchos iban y venían saludándose efusivamente, presentándose unos a otros, charlando sobre lo que ahí acontecía, mientras los meseros ofrecían más vino.
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Se quedó un momento sola, le llegaron a la memoria, una serie de flashbacks respecto a las experiencias que marcaron el rumbo de su existencia.
─ Subir un escalón representa un esfuerzo y un aprendizaje. ─ Corina siempre había creído que subir cada escaño representaba, también, una obligación de ayudar a otros a subirlo, quizá por eso había llegado hasta ahí. ─ Ella tenía eso claro. Lo incomprensible de Corina Angelini, es que, siendo tan inteligente como era no era capaz de pensar que no todos eran como ella.
─ Hacía seis años que Corina pensaba en cómo habían llegado tan lejos en sus proyectos, construir Alpha City había sido un esfuerzo sobrehumano, pero ahora era una realidad.
Sólo lo hicieron después de comenzar a comprender que nadie podía ir en contra los derechos más elementales de ningún ser humano, y defendiendo que se tenían más derechos que los que les habían hecho creer, el derecho a desarrollar su máximo potencial, el derecho a buscar su propia sobrevivencia, su propia subsistencia, el derecho a la paz mental, a la búsqueda de soluciones y al trabajo creativo, el derecho a vivir tranquilo, el derecho a la felicidad, relativamente gratuita, el derecho a que nadie les complicara la vida más de lo que de manera natural sucediera por cuestiones del destino. ─ Corina se dio cuenta lo importante de esto.
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─ Y entonces el ser humano se percata que, para el logro de sus objetivos personales, rara vez, incluso, quizás nunca era necesario ir en contra de los derechos de los otros. Por el contrario, era momento de reconocer que el crecimiento sostenido se encontraba, precisamente, en el desarrollo mutuo, sustentable y rápido, ese era el objetivo de la Ciudad Tecnológica Alfa.
─ El desarrollo y la evolución se daban en este preciso momento, por ese derecho que han ejercido siempre los inconformes de ir y buscar la solución a los problemas, el mejoramiento de las cosas, desde luego eso es ir en busca de la perfección, aunque para muchos la perfección no exista, es en el camino a ella donde se encuentran los grandes descubrimientos.
Se tomó lo que restaba de la copa de vino.
─ No es la soledad la que mata, sino el aburrimiento ─ Aseguraba Corina
Y pensaba que, para hacer uso de las alternativas de solución, era necesario reconocer que se tenía un PROBLEMA, eso era claro para todo el mundo, pero había un paso intermedio que, para ella no pasaba inadvertido, el más difícil e importante era tomar consciencia de que se tiene ese DERECHO a solucionar el problema, esto es realmente el preámbulo que da inicio a la búsqueda de soluciones.─ Corina se dirigió a dar instrucciones al personal.
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